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Miércoles, 1 de Septiembre de 2021

CLXX aniversario de la ejecución de Narciso López

Ejecución de Narciso López

Después de ser traicionado, capturado y entregado al ejército colonial español por su compadre el 28 de agosto de 1851, Narciso López fue ejecutado el 1 de septiembre de 1851, en la explanada del Castillo de San Salvador de La Punta en La Habana, por garrote vil.

Como resume Herminio Portell Vilá en [3]

"El cuadro de los últimos momentos de López se reconstruye como sigue, según el consenso general de las versiones conocidas: Al llegar ante el tablado fatal, ante la hopa asquerosa que le presentaba el verdugo, titubeó y luego la aceptó a indicaciones del P. Polo, después de lo cual subió a la plataforma y se dirigió al pueblo con la defensa que hacía de su conducta y de sus propósitos, que buscaban la independencia de Cuba. Fué entonces cuando el verdugo trató de empujarlo hacia el garrote; pero fué el verdugo el que salió despedido por una violenta sacudida con que López se desprendió de él, al mismo tiempo que decía: "¡Espere, señorl". Después de lo cual vino la frase profética sobre los destinos de Cuba —Mi muerte no cambiará los destinos de Cuba— y la declaración de su cariño por la tierra que consideraba suya y por la cual daba su vida, así como del recuerdo que dedicaba a sus amigos. Los oficiales españoles intentaron apagar la voz que se alzaba sobre el cadalso convertido en tribuna de la independencia de Cuba y ordenaron el redoble de los tambores; pero ni así lograron impedir acallar la voz que pagaba con su vida el derecho de hablar de Cuba Libre.

Lo que sucedió después fué cosa rápida. López fué por sí mismo al banquillo del garrote, dejó que le amarrasen y que le colocasen al cuello el corbatín mortal, y en unos pocos minutos había pasado de la condición de héroe a la de mártir por la independencia de Cuba."


Y continúa:

"Y el teniente coronel William Scott Haynes, a vuelta de llamar cobarde y mentiroso al teniente Van Vechten por sus calumnias contra López y Sigur, ya dió en el clavo cuando señaló como una de las causas fundamentales del fracaso de la expedición de la Vuelta Abajo la conclusión a la que había llegado sobre que la suerte de Cuba se la discutían tres partidos: el de los partidarios de la independencia, con López, el de los que preferían la anexión, que eran los hacendados y esclavistas, y el de los españoles. A López lo habían dejado los que temían a la independencia y de ese modo había fracasado el formidable esfuerzo libertador que los anexionistas miraban con recelo y contra el cual habían combatido los españoles.

No hay más que seguir el curso de los acontecimientos políticos de Cuba desde septiembre de 1851, cuando López pereció en el cadalso tras haber sido el único que había sacudido hasta sus cimientos al coloniaje, hasta el 10 de octubre, cuando Carlos Manuel de Céspedes hizo el otro reto efectivo a la dominación española en Cuba, para comprender por qué fué que España puso tanto empeño en destruir a López y hasta obliterar el recuerdo de su heroísmo y de sus hazañas, y por qué los anexionistas se esforzaron por infamar su memoria, discutirle su gloria y presentarlo como un guerrero sin ideales y sin capacidad. En todos esos diez y siete años no hubo más que flojas intentonas y conspiraciones platónicas. Con López, de 1848 a 1851, había habido lucha, una lucha que pudo haber resultado triunfante sin la irresolución y los egoísmos de quienes no supieron o no quisieron cooperar lealmente con él."

En el círculo rojo debió estar el cadalso donde fue ejecutado Narciso López. En él también se ve el lugar donde fueron fusilados los ocho estudiantes de medicina el 27 de noviembre de 1871, veinte años después de la ejecución de Narciso López. En ese lugar fueron ejecutados muchos separatistas e independentistas de Cuba.

Ubicación del cadalso en la ejecución de Narciso López
Ejecución de Narciso López

Ironía de la Historia. Cincuenta años y nueve meses después de la ejecución de Narciso López, su bandera —la de la estrella solitaria—, fue izada en el Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro y, desde entonces, mira con ternura el lugar donde el absolutismo español lo convierte en martir.

Éste es el prólogo al primer tomo de "Narciso López y su época" de Herminio Portell Vilá [1]

PROLOGO

FIGURA discutidísima de la historia de América y aun de la de España, de singular colorido y fuerte relieve, Narciso López, con su accidentada existencia, sus hazañas y sus contradicciones, ha apasionado a no pocos historiadores españoles, hispanoamericanos, norteamericanos y franceses.

Hijo de su época, para tener asegurado el juicio glorificador de la posteridad solamente le faltó una cualidad: la del vencedor. Narciso López, triunfante en sus proyectos revolucionarios, sería una extraordinaria figura continental. La república libre e independiente, que era el secreto designio suyo hasta en los momentos en que aparentemente más podía considerársele anexionista habría hecho del valiente y desdichado soldado que enseñó a los cubanos a batirse con las tropas españolas, uno de los epónimos de la independencia de América.

No lo quiso así su aciago destino, pero analizada su conducta con frío desapasionamiento, el juicio sereno e imparcial ha de reconocer en él un militar de fortuna, esclavo primero de su temperamento y de sus impulsos, y emancipado después de tan viciosas cadenas para hacer vida ejemplar de caudillo de una noble causa a la cual consagró sus energías, sus afectos, su porvenir y su propia existencia.

Su lugar está entre los héroes de nuestras luchas por la independencia. A través de las páginas que en nuestra obra le dedicamos, aparece Narciso López defensor de los derechos de Cuba, hollados por las Cortes españolas después de la revolución de La Granja; iniciador de una protesta frustrada contra esa injusticia política; resuelto conspirador; militar sospechoso de desafección a España y de simpatía por el ideal independiente cubano, y, por último, cabeza principal de movimientos revolucionarios y de expediciones armadas dirigidas a lograr el cese de la soberanía española sobre Cuba.

Vivió él y desenvolvió sus actividades políticas en uno de los períodos más interesantes de nuestra historia colonial. Por sus antecedentes, por su carácter, por sus cualidades y por sus sentimientos, se relacionó estrechamente con los hombres más eminentes de la sociedad cubana de aquel tiempo, y trató muy de cerca a personajes significados de su país de nacimiento y de España. Hechos históricos de trascendencia, ocurridos en Venezuela, en la Península y en Cuba, tuvieron en él un protagonista a veces principalísimo y siempre importante. De un modo especial, en cuanto a Cuba, su labor revolucionaria, su actuación en pro de los ideales separatistas, fué la más peligrosa para la continuación del régimen colonial. Ninguna de las conspiraciones hasta entonces fraguadas, ninguna de las tentativas hechas para sacudir la dominación española llegó a tener los caracteres de formal empresa libertadora que las iniciadas por Narciso López; y en ellas, además, intervinieron las causas más complejas: factores económicos, choque de ambiciones de expansión territorial, razones de orden sentimental, y problemas sociales y políticos, todo un complejo de motivos que añaden interés y suman importancia a los empeños acometidos por Narciso López a mediados de la pasada centuria, que llegaron a preocupar a las cancillerías europeas y americanas, y amenazaron con producir conflictos armados de carácter internacional.

De ahí la explicación del título de esta obra. Narciso López vivió una época romántica—su época—en la que fué figura principal y destacada. No fué el más valiente, que los hubo tanto como él, de nuestras luchas por la independencia; no fué un forjador de conciencias cívicas ni un creador de ciudadanos; no fué siempre un revolucionario de vida apostólica, pero supo ser un verdadero caudillo a la hora precisa, y los años que consagró a la consecución de su ideal, son de una perfecta ejemplaridad, de una abnegación sin límites, de una temeraria resolución combativa y de una fe inquebrantable en la dignidad de los cubanos.

Este último sentimiento llenó completamente su corazón, superior a todo otro, y el guerrero denodado y valeroso esperó, aguardó siempre la reacción cívica de los cubanos, la ayuda en que confió en vano hasta su postrero momento, y que no se produjo ni en el instante de su suplicio, cuando el trágico garrote cortó el hilo de su existencia mortal sin que él desesperase de los destinos de Cuba, con aquel valor estoico, admirable, que impresionó al gran Antonio Maceo hasta el punto de hacer, en homenaje al bravo adalid venezolano y con ocasión de su visita a Cárdenas en los años que antecedieron al Grito de Baire, la misma ruta que Narciso López había seguido desde el muelle de don Lucas Muro hasta el punto en que fué fijada la bandera de Cuba el memorable día 19 de mayo de 1850, después de la toma de la ciudad por la expedición llegada a bordo del Creole.

Ni Cuba ni los cubanos han sido justos con Narciso López, quien en otro orden de cosas merece con especialidad la reivindicación histórica de haber pensado en la solución republicana con preferencia a la anexión, y de haber transigido con esta última únicamente en casos extremos, muy raros, de decaimiento ante la adversidad de circunstancias transitorias, que duraron instantes. El secreto de sus actividades revolucionarias, y ésta es una de las (ilegible) que se sostendrán en el curso de la presente obra, fué el de aprovechar la ayuda de los norteamericanos mercenarios con ambiguas promesas, pero procurar por todos los medios el establecimiento de la república cubana, libre e independiente.

Contra la legitimidad de los verdaderos propósitos de Narciso López, que eran republicanos y no anexionistas, se han alzado voces condenatorias, casi siempre injustas. Entre las últimas de este carácter se cuenta la del presidente de una corporación cubana que en solemne ocasión ha llegado a afirmar que López no fué "...un precursor de la independencia..." y que "...sus aventuras expedicionarias fueron anexionistas, fomentadas, auxiliadas y alentadas por los esclavistas norteamericanos del sur..." Es curioso que en el mismo párrafo en que se hace tal inculpación, se afirme que Teurbe Tolón, Santacilia, Goicouría y Zenea no eran partidarios de la substitución de la bandera española por la norteamericana, pero aun lo es más el que aquella afirmación y esta declaración no se expongan con el más mínimo fundamento, y que para ellas no se aduzcan pruebas ni datos de los que el propio crítico, a renglón seguido, dice que son necesarios para juzgar con conocimiento de causa en cuestiones históricas.

Tales han sido los jueces que Narciso López ha tenido, y es por ellos que la realidad de las intensiones del infortunado caudillo ha estado siempre sometida al influjo de apreciaciones sin base, fruto y compendio de las que impremeditadamente se han venido acumulando por copiar no pocas veces ¡triste es decirlo!, los juicios de los historiadores más apasionados, formulados en la pasada centuria. Los cubanos que tal han hecho han cuidado de no generalizar sus opiniones acerca de los separatistas del 50, y condenando severamente al caudillo de las expediciones por los propósitos anexionistas que se le atribuyen, han procurado que este sambenito no fuese colgado a los cubanos que más sinceramente, y por estimarla entonces una solución patriótica, abogaron por la anexión de Cuba a los Estados Unidos.

Y así no se hace historia, sino que se la falsea con un patriotismo enfermizo que la adultera y desnaturaliza. Así, también, en ocaciones, se levantan ídolos de barro en extremo numerosos, pero en materia deleznable al fin, y que no son los que deben encarnar los ideales cívicos de un pueblo.

Ha sido tan enorme el cúmulo de patrañas y de errores amontonados en toro a Narciso López y sus empresas, que cada día ha ido resultando más difícil separar la broza histórica, de una parte, y, los hechos fundamentales y verdaderamente relevantes, de otra. A ese fin, esencialísimo tiende esta obra, en que aspiramos a presentar a Narciso López tal cual fué, valentísimo, denodado, simpático, generoso, entusiasta por una noble causa y capaz de llevarla a cabo con celo apostólico, pero al mismo tiempo, sin ocultar sus defectos, que los tuvo, aunque entre ellos no se contó el de la inconsecuencia con el ideal independiente cubano, ni el de la carencia de fe en Cuba o en los cubanos.

La seducción del presente tema histórico nos impresionó hace unos ocho años, cuando con ocasión de los Juegos Florales de Cárdenas presentamos el trabajo que resultó premiado acerca de un hecho histórico ocurrido en la ciudad, cuyo asunto encontramos en el desembarco de Narciso López. Aquella monografía, que aclaraba y refutaba no pocas equivocaciones tenidas como artículos de fe y que por un momento nos pareció digna de ser publicada, no lo fué nunca, porque, con acertado juicio, comprendimos a tiempo que allí se consignaban verdades hasta entonces ignoradas acerca de la expedición de Cárdenas, pero que no estaba la verdad total, cuya búsqueda emprendimos.

Nuestra aspiración radica en que esta obra bastase a conseguirla. Aparte de 1as investigaciones y copias hechas en la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, en el Archivo Nacional y en la Biblioteca Nacional, fuera de Cuba hemos encontrado ayudantes meritísimos en el más amable de nuestros eruditos, el doctor José María Chacón y Calvo, de la Embajada de Cuba en Madrid; en el insigne polígrafo cubano y amigo estimadísimo, doctor Fernando Ortiz; en la culta dama norteamericana señorita Alicia E. Tyler; en el ilustre director del Archivo Nacional de Venezuela. nuestro amigo el doctor Vicente Dávila, en el servicial y valioso auxiliar del doctor Dáviln, señor Marco Falcón Briceño, y en tantas otras personas propicias a facilitar la labor del investigador y dispuestas a ayudarle de buena fe y sin reservas mentales.

Una mención especial de gratitud debemos al doctor Antonio María Eligio de la Puente, autoridad de gran valía en nuestra historia literaria y amigo muy distinguido. Sabedor el doctor Eligio de la Puente de que el archivo que fué del insigne novelista y patriota cubano Cirilo Villaverde, secretario particular de Narciso López y celoso guardador de los papeles del caudillo, se encontraba a la venta en poder del hijo del inolvidable autor de Cecilia Valdés, nos ofreció la oportunidad de adquirir tan valiosa documentación, que estaba fuera de nuestros recursos económicos, pagando él de su peculio una, y no ciertamente la menor, parte de su precio.

Así se hizo y así pudimos utilizar un verdadero tesoro de fidedignos y desconocidos datos para nuestra obra. La mención que aquí hacemos, sin todo el merecido elogio, del generoso rasgo de quien, como el doctor Eligio de la Puente, por sus conocimientos y su competencia, unidos a sus medios de fortuna, fácilmente podía haber adquirido para sí estos papeles, y sacándoles gran provecho, es de toda justicia y bien puede mostrarse como ejemplo su nobilísimo gesto.

En el plan de la presente obra, este tomo primero comprende los años de la vida de Narciso López, que llegan hasta el descubrimiento de la Conspiración de la Mina de la Rosa Cubana, y el traslado del caudillo a los Estados Unidos.

La segunda parte tratará de los sucesos ocurridos en la Isla y en la Unión Norteamericana alrededor de las expediciones de Round Island y de Cárdenas, con datos los más interesantes y poco conocidos; y la tercera parte estudiará las ocurrencias políticas en torno a la expedición frustrada del Cleopatra y a la última y desdichada tentativa revolucionaria de Narciso López, que le costó la vida.


DR. HERMINIO PORTELL VILA.
La Habana, abril de 1930.

Literatura

  1. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época, Tomo I, 1930
  2. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época (1848 - 1850), 1952
  3. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época (1850 - 1851), 1958

Miércoles, 11 de Agosto de 2021

Adopción de la Bandera Nacional de la República de Cuba

Asamblea Constituyente de Guáimaro 1869

La tercera y última sesión de la Asamblea Constituyente de Guáimaro, comenzó el 11 de abril de 1869, a la 1 de la tarde.
Al final de la sesión, se plantea un problema de singular significación histórica, que fue motivo de un largo y tenso debate —la elección de la bandera de la República. Esta cuestión trascendía al campo de las controversias políticas, a causa de que venían usándose dos banderas.
En Oriente, se usaba la llamada "Bandera de Bayamo" compuesta y enarbolada por Carlos Manuel de Céspedes (O) al proclamar la independencia en La Demajagua.
En Camagüey y Las Villas, la ondeada por primera vez en Cuba por Narciso López el 19 de mayo de 1850 al tomar la ciudad de Cárdenas y más tarde en agosto de 1851 en Pinar del Río; y por Joaquín de Agüero e Isidoro Armenteros en julio de 1851 en Camagüey y Trinidad respectivamente —"la bandera de la estrella solitaria", todos caídos en la intentona.

Apoyado por Honorato del Castillo (LV), presentó Eduardo Machado (LV) una moción para que se adoptara la bandera tremolada triunfalmente por el general Narciso López en Cárdenas como enseña nacional de la república democrática, cuya ley fundamental acababa de ser aprobada.

Bandera de Narciso Lopez

Antonio Lorda (LV) convino en la necesidad de establecer una sola bandera puesto que una es la causa que todos defendemos, y uno solo ya el Gobierno de toda la Isla, y propuso que se adoptase en dicha bandera el triángulo azul en lugar del rojo y las listas rojas en lugar de las azules, por considerar que la bandera creada por Narciso López no se ajustaba a las leyes de la heráldica.

Bandera de Antonio Lorda

Izaguirre (O) apoyó lo propuesto por Lorda (LV), con la variación de que las cinco listas se redujesen a una blanca y otra roja.

Bandera de Izaguirre

Agramonte (C) condenó el acatamiento a las leyes de la heráldica, pues éstas arreglaban los blasones y los timbres de los reyes y la República puede gloriarse en desatenderlas intencionalmente.

Orgulloso de su propia enseña, en el curso del debate Céspedes (O) recordó a la Asamblea "que no se olvidasen de los triunfos de la bandera que se alzó en Yara, ingratitud que sería tan notable como la que los diputados Honorato del Castillo (LV) e Ignacio Agramonte (C) temían, según habían expresado, que se cometiese con la de López y Agüero", y agregó "que no debían agraviarse los títulos adquiridos por el Departamento Oriental".

Bandera de Carlos Manuel de Céspedes

Seguidamente intervino en el debate Antonio Zambrana (de La Habana en la delegación de C), y en un discurso elocuente, bellísimo, expuso que el abrazo de las tres regiones, sellando la ventura y la libertad de la patria común, acababa con los intereses y sentimientos que los habían dividido, y todos debieran estar conformes en decidirse por la bandera ensangrentada en 1851, porque era testimonio glorioso de que los cubanos se hallaban hacía tiempo combatiendo la opresión.
Discutido el asunto ampliamente, la mayoría votó a favor de la bandera del general Narciso López, dibujada en Nueva York en el hogar del poeta, escritor y dibujante Miguel Teurbe Tolón a principio de junio de 1849 y cocida con telas por primera vez en abril de 1850 por Emilia Teurbe Tolón.

Modelo original

Y de este modo, la Asamblea Constituyente dio por terminada su labor. Como se ve, se disutieron cuatro banderas.

El primer acto de la Cámara de Representantes, una vez constituida, fue de conciliación política. Consistió en adoptar a propuesta de Antonio Zambrana (C) la resolución siguiente: "Que el primer acuerdo de la Cámara de Representantes consista en disponer que la gloriosa bandera de Bayamo se fije en la sala de sus sesiones y se considere como una parte del tesoro de la República". Hábilmente encaminado a evitar resentimientos, el acuerdo fue un tributo de respeto a Oriente, tal como lo había pedido Céspedes, a quien alcanzó, asimismo, en el orden personal. Dado ese primer paso de cordialidad política, la Cámara, por aclamación unánime, nombró a Céspedes Presidente de la República, encargado del poder ejecutivo.

Referencias constitucionales a la bandera

Constituciones provisionales de Narciso López de 1850 y 1851

Narciso López realiza dos expediciones a Cuba. La primera fue el 19 de mayo de 1850, Cárdenas, donde ondeó por primera vez la bandera de la estrella solitaria. Entonces traía una Constitución provisional que preveía la creación de un gobierno revolucionario y continuar hasta la expulsión de España. Pero no pudo consolidar la ocupación y se retira de vuelta a New Orleans.
La segunda fue el 12 de agosto de 1851 en Playa el Morillo, cerca de Bahía Honda, Pinar del Río. Entonces también traía una una Constitución provisional que fue la de 1850, pero discutida y revisada en New Orleans por Narciso López, Gaspar Betancourt Cisneros, Pedro de Agüero y Cirilo Villaverde en el mes de marzo de ese año. Es en ésta donde es capturado el 28 de agosto y luego ejecutado (garrote vil) en La Habana el 1 de septiembre de 1851.

En estas Constituciones en el artículo tres describía su bandera.
"Art. 3º—La bandera cubana consistirá del tricolor de la libertad arreglado del modo siguiente: tres fajas azules horizontales separadas por dos blancas, con un triángulo equilátero rojo, cuya base descansa en el asta y una estrella blanca en medio del triángulo.
Pero esta Constitución provisional tampoco pasó a su fase de ejecución y no determinaba la orientación de la estrella.

Constitución de 1940

"Artículo 5.- La Bandera de la República es la de Narciso López, que se izó en la fortaleza del Morro de La Habana el día veinte de mayo de mil novecientos dos, al transmitirse los poderes públicos al pueblo de Cuba."

Ley Fundamental de 1959

"Artículo 5.- La bandera de la República es la de Narciso López que se izó en la fortaleza del Morro de La Habana el día veinte de mayo de mil novecientos dos, al transmitirse los poderes públicos al pueblo de Cuba."

Constitución de 1976 -1992

"Artículo 4.- Los símbolos nacionales son los que han presidido por más de cien años las luchas cubanas por la independencia, por los derechos del pueblo y por el progreso social:
- la bandera de la estrella solitaria;
- ............."

Constitución de 1976 -1992-2002

"ARTÍCULO 4. Los símbolos nacionales son los que han presidido por más de cien años las luchas cubanas por la independencia, por los derechos del pueblo y por el progreso social: la bandera de la estrella solitaria; el himno de Bayamo; el escudo de la palma real."

Constitución de 2019

"ARTÍCULO 2. ... Los símbolos nacionales son la bandera de la estrella solitaria, el Himno de Bayamo y el escudo de la palma real.
La ley define las características que los identifican, su uso y conservación."

En las constituciones de 1895 Jimaguayú, 1901 y 1934 no se menciona la Bandera Nacional.

En [2 pp. 80,81] Enrique Gay-Galbó arroja un poco de luz sobre la redacción de la Constitución de 1901, veámos.

""Es curioso que los constituyentes de 1900 no dedicaran un artículo a esos atributos tan importantes para todos los pueblos. Sin embargo, dos de los delegados mencionaron la bandera en sus proyectos de bases para redactar la Constitución. Fueron ellos el Mayor General Juan Ríus Rivera y el doctor Gonzalo de Quesada, y de los dos este último incluyó el escudo.

La base segunda del general Ríus Rivera decía:
La bandera nacional de la República, es la adoptada por la Cámara de Representantes de Guáimaro en Abril de 1869.

El delegado doctor Gonzalo de Quesada propuso en el artículo quinto de su proyecto:
La bandera cubana consiste del tricolor de la libertad, arreglado del modo siguiente: tres fajas azules horizontales separadas por dos blancas, con un triángulo equilátero, rojo, cuya base descansa en el asta y una estrella blanca en medio del triángulo; y el escudo de armas será el usado hasta aquí en las guerras de independencia.

Aunque la Constituicón de 1901, promulgada en 1902, no mencionó la bandera, el Diario de Sesiones de la Convención la situó siempre en la primera plana, a la derecha del título, como ornamento del escudo. Realmente, las banderas dibujadas allí eran un poco arbitrarias; pero el público las identificaba, a pesar de todo, con las de Cuba.""

Es en la LEY NO. 42 de 27 de diciembre de 1983 “DE LOS SÍMBOLOS NACIONALES, en las DISPOSICIONES FINALES que:
""SEGUNDA: Se derogan

  1. la Ley de 6 de enero de 1906 que autoriza al Ejecutivo para que señale y circule a los Gobiernos extranjeros las proporciones y dimensiones de nuestra bandera, según los casos y diferentes oficios en que haya de usarse, así como las relativas al escudo nacional, autorizándole asimismo para que sustituya el color azul celeste en la una y en el otro, por el azul turquí;
  2. el Decreto 154, de 24 de abril de 1906 contentivo del Reglamento para el uso de la bandera, escudo y sello nacionales;
  3. el Decreto No. 1205 de 17 de agosto de 1927 que modificó el articulo 3 del Decreto No. 154, de 24 de abril de 1906;
  4. el Decreto No. 647 de 17 de abril de 1929, relativo al pabellón que usara el entonces Secretario de Estado cuando
  5. utilizara, para actos oficiales o de cortesía internacional, las embarcaciones nacionales;
  6. el Decreto-Ley No. 34, de 27 de junio de 1935 sobre la bandera nacional para las embarcaciones de recreo;
  7. el Decreto No. 1403, de 15 de mayo do 1944, respecto al uso de la bandera, del escudo y del himno de Bayamo,
y cuantas otras disposiciones legales y reglamentarias se opongan a lo dispuesto en la presente Ley, la que entrará en vigor a partir de la fecha de su publicación en la Gaceta Oficial de la República.""

Como se ve en este largo peregrinaje constitucional y legislativo, no es hasta la Ley de 6 de enero de 1906 —desde el 11 de abril de 1869 en Guáimaro— que se retoma la Bandera Nacional, en base a la cual, el Presidente de la República D. Tomás Estrada Palma con el Decreto 154 de 24 de abril de 1906 contentivo del Reglamento para el uso de la bandera, escudo y sello nacionales, regulariza el uso de la bandera. A saber, por primera vez en la historia.
El artículo II de la susodicha ley dice:
"ARTICULO II.—Continuará enarbolándose en los edificios públicos, civiles ó militares, de la Nación, así como las Legaciones y Consulados, la bandera en uso de la República de Cuba".
Y a continuación la descripción de la bandera. No se menciona a Narcizo López, pero la bandera descrita es la ideada por él a principios de junio de 1849 cuando estaba exiliado en Nueva York.
Interesantísima es la expresión "Continuará enarbolándose ... la bandera en uso de la República de Cuba", a saber, la izada el 20 de mayo de 1902 en el Palacio de los Capitanes Generales y después en el Castillo de los Tres Reyes del Morro de La Habana, la bandera de Narcizo López.

Bandera 20 de mayo 1902

Como dice Enrique Gay Calbo en su "La bandera y el escudo de Cuba": "Sin acuerdo oficial, porque no era necesario desde el 11 de abril de 1869, fue la bandera del triángulo rojo y la estrella solitaria la de todos nuestros separatistas. No otra cosa significaban la continuación de su uso y su presencia en los actos revolucionarios, y sobre todo en los campamentos de los mambises y al frente de los ejércitos libertadores."

Y por fin he llegado a la asunto en cuestión —¿Cuándo es adoptada la Bandera Nacional de la República de Cuba?
La tercera acepción del verbo adoptar en el "Diccionario de la lengua española" de la RAE reza —Recibir, haciéndolo propio, un parecer, un método, una doctrina, etc., que han sido creados por otros.

Muchos sitios en la Web dan como fecha de adopción el 20 de mayo de 1902.
En la constitución de 1901 no se menciona la bandera; no existe documento sobre su adopción antes de la Ley de 6 de enero de 1906 que regularice el uso de la bandera.

En la actual Ley No. 128/2019 LEY DE LOS SÍMBOLOS NACIONALES DE LA REPÚBLICA DE CUBA, en el

"TÍTULO II
LA BANDERA DE LA ESTRELLA SOLITARIA
CAPÍTULO I
CARACTERÍSTICAS Y REGLAS PARA LA CONFECCIÓN DE LA BANDERA DE LA ESTRELLA SOLITARIA

Artículo 5. La bandera de la estrella solitaria es un símbolo de la nación y constituye la Bandera Nacional.
Fue adoptada en la Asamblea de Guáimaro el 11 de abril de 1869.
Es un emblema de lealtad, honor e inspiración en las luchas por la independencia de Cuba."

Luego entonces, ¿de qué adopción el 20 de mayo de 1902 se habla?
¡La Bandera Nacional de la República de Cuba, ya sea en armas o sin ellas —la bandera de Narciso López, la de la estrella solitaria—, es ADOPTADA el 11 de abril de 1869 por la Asamblea Constituyente de Guáimaro!

Referencias

Compilación de Andry Matilla Correa y Carlos Manuel Villabella Armengol: Guáimaro Alborada en la historia constitucional cubana

Literatura

  1. Emilio Roig de Leuchsenring: Banderas oficiales y revolucionarias de Cuba
  2. Enrique Gay-Calbó: Los símbolos de la nación cubana
  3. Los primeros movimientos revolucionarios del general Narciso López (1848-1849)
  4. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época, Tomo I, 1930
  5. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época (1848 - 1850), 1952
  6. Herminio Portell Vilá: Narciso López y su época (1850 - 1851), 1958

Jueves, 29 de Julio de 2021

La bandera de Cuba

Bandera de Cuba ondeando

Son muchos los artículos sobre cómo fue creada la bandera de Narciso López para la luchas independentistas de los cubanos contra la Metrópoli española y que devino en Bandera Nacional de la República de Cuba.

Es imposible estudiar sobre la bandera sin adentrarse en la historia de las conspiraciones, expediciones y sublevaciones en contra del colonialismo español en Cuba. Porque la bandera es partícipe de esa historia, quien va delante de todos, enseña el camino. En ella está sintetizada la Nacionalidad Cubana.

Adentrándome en el estudio de la bandera, reparo que la orientación de la estrella es diferente en las banderas. Así es que encontré cuatro orientaciones diferentes de la estrella.

  1. El boceto de la bandera fue realizado en la primera semana de junio de 1849 por Miguel Teurbe Tolón, bajo las instrucciones de Narciso López.
  2. El modelo original en tela fue confeccionado en abril de 1850 por su esposa Emilia Teurbe Tolón. A esta bandera la llamo "bandera A".

  3. Modelo original Banderas de Cuba A y B
  4. El 11 de mayo de 1850, unos días antes de partir Narciso López para Cárdenas, el periódico neoyorkino SUN publica una reseña de la bandera junto con un grabado de ella del tipo C. Ese mismo periódico, colgó a las afuera del edificio la bandera de Narciso López, pero no he encontrado foto alguna.

  5. Bandera 11 may 1850 periodico NY SUN
  6. Cuando el 19 de mayo de 1850, Narciso López y sus expedicionarios desembarcan en Cárdenas y la toman, lleva consigo una bandera que a la postre la llaman "Primus in Cuba 1850" y para estos apuntes la llamo "bandera B".
  7. El 20 de mayo de 1902, Máximo Gómez iza de manera oficial, por primera vez, la "Bandera de la Estrella Solitaria" en la azotea del palacio de los Capitanes Generales, sede de la presidencia de la recién nacida República de Cuba. Para estos apuntes la llamo "bandera C".

  8. Bandera 20 de mayo 1902

  9. Y la cuarta variante la llamo "bandera D".
  10. Banderas de Cuba C y D

Hagan una búsqueda de "bandera cubana", "bandera de Cuba", "bandera de Narciso López", "bandera de los mambises cubanos", etc, y fíjense sólamente en las fotos del siglo XIX y comienzos del XX. Verán que, independientemente del modelo original en posesión de Narciso López, en su expedición a Cárdenas lleva una bandera grande del tipo B

Primus in Cuba

y una bandera corneta del tipo A.

Bandera corneta de Cuba

O sea, Narciso López conocía dos orientaciones de la estrella. Podemos suponer muchas cosas, pero pienso que o no le daba importancia a la orientación de la estrella o simplemente corrigió la orientación original. Además, ya no tenía cómo controlar la reproducción de la bandera.

Hasta aquí vemos que en dos meses —abril y mayo de 1850—, aparecen banderas con tres orientaciones diferentes de la estrella —A, B y C. La variante D la he visto poquísimas veces.

La variante de orientación de la estrella que predomina en las banderas del siglo XIX y comienzos del XX es del tipo A, como la del modelo original, parece que fue esta variante la que se mandó a Cuba a los diferentes gupos de conspiradores y que se reprodujo muchas veces.
Las banderas del tipo A y B, tienen simetría axial por el eje longitudinal, por lo que no tienen parte de "arriba" o "abajo" cuando están horinzontalmente colocadas, la estrella está como "acostada", ya sea con la "cabeza hacia el centro de la bandera o hacia el asta, respectivamente" póngala como la pongas, siempre estará bien puesta. El defecto de la del tipo A, es que cuando se pone verticalmente, la estrella está como "patas arriba"; la del tipo B no padece de este inconveniente, al revés, está "bien parada".

Pero, ya desde el inicio de la República, y hasta hoy, la variante que se ha establecido es la C, aunque hay alguna que otra en el siglo XIX. En la bandera del tipo C, la estrella está "parada" cuando la bandera está en posición horizontal, o sea, no tiene simetría axial por el eje longitudinal, por lo que tiene parte de "arriba" y "abajo"; hay que prestar atención al colocarla. Se dice que cuando la estrella está "patas arriba" es símbolo de desacato o rebelión.

Yo no creo que haya "profanación" alguna en la orientación de la estrella, máxime que nunca hubo reglas escritas para la confección de la bandera de Narciso López, sino, que al hacer muestras de la bandera para mandarlas a grupos conspiradores, y estos al hacer otras muestras para otros grupos, en esta cadena alguien puede que haya cambiado la orientación de la estrella sin intención profanadora alguna.

12 banderas cubanas históricas

Observando estas 12 banderas cubanas históricas, se puede ver que diez son del tipo A, como la original; una del tipo B y una del tipo C.

12 banderas cubanas historicas 12 banderas cubanas historicas 12 banderas cubanas historicas

Bandera cubana en casa natal del Mayor General Calixto García Íñiguez en Holguín

Bandera tipo A.

BANDERA CUBANA EN CASA NATAL DEL MAYOR GENERAL CALIXTO GARCÍA ÍÑIGUEZ EN HOLGUÍN

Bandera original usada por las tropas mambisas durante la Invasión de Oriente a Occidente en 1898

Bandera tipo A.

BANDERA ORIGINAL USADA POR LAS TROPAS MAMBISAS DURANTE LA INVASIÓN DE ORIENTE A OCCIDENTE EN 1898

Mambises de las tropas de Máximo Gómez en Remedios

Bandera tipo C.

Mambises de las tropas de Máximo Gómez en Remedios

En el Gran Templo Nacional Masónico, 1955.

Bandera tipo D.

En el Gran Templo Nacional Masónico, 1955

Bandera corneta

Bandera corneta

En la Constitución de Cuba del 21 de febrero de 1901, no se dice ni una palabra sobre la Bandera Nacional, el Escudo y el Himno. Con la Ley de 6 de enero de 1906 y decreto presidencial de 24 de abril del mismo año, el presidente Tomás Estrada Palma sustituye el azul celeste de la bandera y el escudo —que parece que es el tono que se utilizaba entonces— por el azul turquí y —por primera vez— se definen oficialmente, la forma y los componentes de la Bandera Nacional. Al final del Decreto hay una bandera a colores, ésta

Bandera 1906

Martes, 6 de Marzo de 2012

Internet y yo

Dial-up Access - así comencé con Internet. Con el modem y su ruido agudo al conectarse. Este sistema tenía el inconveniente que además de pagar el acceso a Internet a ElitSat, pagaba a BTC el tiempo que la línea estaba abierta. Entonces en Bulgaria, y como herencia del socialismo, cada dos teléfonos en un edificio compartían el par telefónico desde el edificio a la central telefónica y por consiguiente, si en una casa estaban hablando por teléfono, el teléfono de la otra casa se quedaba desconectado. Cuando apareció el Internet por dial-up, se dieron muchos problemas porque la casa que estuviera navegando en Internet dejaba sin teléfono a la otra casa. Incluso se daban casos curiosos cuando en una casa que no había nadie, el perro jugando con el teléfono lo descolgaba y el vecino se quedaba sin teléfono hasta que regresaran los vecinos del trabajo.
Yo, por suerte, no tuve problemas con el vecino.

Dial-up conexión a Internet

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Jueves, 23 de Febrero de 2012

Ruse en Street View

Hoy Google comienza a fotografiar las calles de Ruse para el programa Street View de Google Maps.

Carros equipados con equipos fotográficos parquedos frente del hotel Riga.

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