Sitio de Jorge Reyes Pérez

Hasta hace unos años —y por muchos años— en Ruse existían la cafetería Habana y la dulcería Cuba.

La cafetería Habana ocupaba la planta baja es este edificio, y fue el lugar de la compra-venta ilegal de dolares en los años del socialismo,

y la dulcería Cuba ocupaba la planta baja de este otro edificio que está en la misma cuadra.

Pero parece que los búlgaros tienen nostalgia de Cuba y bautizaron dos edificios nuevos —construídos hace unos años en la cuadra siguiente a la cafetería y la dulcería— con los nombres Habana y Cuba.

El edificio amarillo es el Habana, con entrada por dos calles.

Y este otro amarillo también —qué casualidad— es el Cuba.

Aun hay gente que concertan citas y dicen —Nos vemos a las tal horas frente a la dulcería Cuba (o cafetería Habana). Aun siguen siendo puntos de referencia.

Publicado por Jorge Reyes Pérez a las 6:20 PM
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Hace unos días leí un artículo sobre cómo se calientan los hogares búlgaros en invierno. El artículo era un comentario a los resultados del Censo de población y vivienda que tuvo lugar en Bulgaria durante todo el mes de febrero.

Resulta que el 58% de los hogares se calientan con carbón o leña, el 26% con corriente eléctrica, el 15% con calefacción central y un 1% de otras fuentes (ésto no lo entendí). Qué lejos estaba de imaginar, que un vecino mío, parte de ese 58%, me despertaría hoy a las 6:30 am cuando me había acostado a las 1:30 de la madrugada. Esta mañanita se apareció en el patio del edificio donde vivo en el tercer piso, un camión de volteo con 1 o 2 toneladas de briquetas de carbón mineral que me despertó porque la ventana de mi cuarto da al patio. Para colmo de los colmos, mi vecino comenzó a palear las briquetas al sótano y no había forma de volver a dormirse.

En nuestra casa nos calentamos con calefacción central que es muy cómodo y limpio. En noviembre de 2006 la empresa calefactora puso las tuberías en la calle de mi edificio y en septiembre de 2007 el edificio se conectó. Hasta entonces éramos del grupo de 26%, que por cierto no es tan eficiente como la calefacción central.

Publicado por Jorge Reyes Pérez a las 9:29 PM
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